26 de marzo de 2013

Reseña: S.E.C.R.E.T. de L. Marie Adeline.




Las fantasías sexuales de Cassie, la protagonista, te sumergen en un mundo real dentro de la ficción musculada de la autora. Libro erótico, normalito y fácil de leer.


Sin prejuicios, sin límites, sin vergüenza. Este es el lema de la sociedad S.E.C.R.E.T. una comunidad de mujeres que se dedican a reclutar a otras que superen los treinta y que necesiten un empujoncito en su vida. Divorciadas, viudas… Todo tiene cabida en S.E.C.R.E.T. Al ser una sociedad secreta me atrajo, aparqué mi saturación de novela erótica y me sumergí en el mundo que crea esta autora. Nos lleva a Nueva Orleans, nos introduce en Cassie, la protagonista, que nos habla en primera persona sobre lo patética que es su vida, y nos intenta enseñar que gracias al sexo te vuelves más segura de ti misma, y que lo necesitas para ser feliz. Es esa la moraleja, ¿no?

Bromas aparte, este libro tampoco es nada fuera de lo común. Se lee fácilmente y está bien escrito dentro de su simpleza. Obviamente, no es gran literatura ni mucho menos. Puro entretenimiento que no se aleja tanto de la norma como cabe esperar.

La historia es la más habitual de las historias en este tipo de literatura. Sólo que la protagonista, en vez de empezar a descubrir su sexualidad más visceral gracias a un solo hombre del que se enamora, es gracias a hombres diferentes cumpliendo las fantasías que su hada madrina, que pertenece a una sociedad que se dedica a aconsejar a mujeres maduras sobre cómo volver a resplandecer, le va haciendo realidad.

La situación es un poco utópica, siento ser aguafiestas. Me gustaría que hubiese profundizado más en el funcionamiento de la sociedad. La protagonista se limita a beneficiarse a los buenorros que se le presentan en la puerta, también miembros de la sociedad. Aquí nadie cobra, lo hacen por amor al… ¿placer del cuerpo? Y yo me pregunto cómo hombres tan… ideales necesitan formar parte de una sociedad para cumplir sus fantasías o ayudar a cumplir las de las demás.

Es que, como me suele pasar, no puedo dejar al margen mi modo quisquilloso. Entiendo que es un libro erótico para mamás, o para chicas en general, y que se nutre de la fantasía y de la buena predisposición que tienen todos sus personajes hacia el sexo ―algo lamentablemente poco habitual en nuestro mundo real, para detrimento de todos nosotros―, pero una cosa es una cosa y otra esto. Es demasiado utópico. Espero que en la segunda parte con el frente que deja abierto al final podamos entender mejor cómo funciona la sociedad y, sobre todo, de dónde saca helicópteros y yates. 

El libro transcurre en un año de la protagonista, donde en el suceder de los meses se le van presentando las fantasías que ella redactó y le dio a su supervisora Matilda. Claro, estamos hablando de un libro que no llega a las trescientas páginas, obviamente vamos de encuentro sexual a encuentro sexual. Personalmente, me gustaría que hubiese sido más fluido y hubiese trabajado más los paréntesis en los que Cassie es una camarera que va a trabajar y vuelve a casa. Y más teniendo un personaje como Will, su jefe, que no explota lo suficiente. 

Los personajes no me han gustado nada. Cassie es demasiado patética, y odio comparar, pero el libro podría ser perfectamente Las fantasías sexuales de Sookie Stackhouse en un mundo sin vampiros y telepatía. Ella es camarera, viuda, pero desde el principio hace hincapié en lo vulgar que es, que no tiene nada especial, que sólo ha estado con un hombre que encima era un borracho… el patetismo supera varios niveles. Su jefe Will es un infeliz pero, eso sí, también está cañón, y sigue soltero y enamorado profundamente de Cassie. El resto de personajes y los hombres con los que se cruza realmente son roles. Roles de manual.

Como suele ser mi costumbre, voy a analizar la narración de los actos sexuales. Hay para todos los gustos, pero ya aviso que los encuentros de la protagonista son normalitos. Con lo cual, aquí se hace más importante la forma de contarlo. Y… es aceptable. No me han gustado, por ejemplo, los diálogos que mantiene con los buenorros, porque le quitan aún más realismo a la situación. Y, si es una fantasía, “me gusta tu coñito” es un comentario de una peli porno amateur. Sin embargo transmite fielmente las reacciones de la protagonista de forma natural, sin profundizar demasiado en sensaciones, lo que hace que respete los tiempos reales del acto en sí, algo de agradecer, porque no llega a evadirse ni a cantar ópera. Aún así, se para a describir lo suficiente para que resulte evocador y atrayente, sobre todo los antebrazos de los buenorros. ¿Hay algo más masculino?

Tengo que añadir que el final no me ha terminado de convencer, de hecho me ha dejado muy fría. Y ahora que leo que está preparando la segunda parte puedo interpretarlo como forzado, obligatorio para la continuidad de la saga. Podía haber preparado más indicios, o matices, para no provocar un “¡Sí, venga!”. 

Con lo cual, lo recomiendo como lectura erótica de entretenimiento bastante soft. Fácil de leer por los saltos temporales de encuentro a encuentro. Si buscáis algo de más calidad, uníos a mí en esa aspiración. Porque todo lo mística y atrayente que podía parecer por la temática y el resumen, realmente no llega a tanto, no ha sabido desarrollar en ese aspecto todo lo que se esperaría, limitándose a los encuentros light, eso sí con hombres distintos, que para eso es una fantasía.

¡Juzga por ti mismo!


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