14 de abril de 2013

Reseña: Anna vestida de sangre, de Kendare Blake. Entre fantasmas anda el juego.


Un cazafantasmas cazado. Acción y una narración ágil que te envuelven en una espiral de intrepidez hasta que llegas a la última página.


Si hay algo realmente destacable de este libro es el ritmo. Es fluido y trepidante sin perjudicar descripciones ni ambientación. Se lee rapidísimo. Para quien no sepa de qué va la película, se resume fácilmente en una frase: Cas, el protagonista, se dedica a matar fantasmas violentos. Ni más ni menos. La trama viene cuando se muda con su madre a un pueblo de Canadá para acabar con un fantasma que no es precisamente lo que se esperaba, y al que luego deberá la vida.

No os lo voy a negar, es un libro juvenil. En este caso no tiene una protagonista petarda. El que nos lo cuenta en primera persona del presente es Cas, un chico. Pero aunque no vemos descripciones absurdas de sentimientos emergentes, no deja de ser juvenil, algo que no es peyorativo en absoluto.

Tiene un lenguaje sencillo y situaciones absolutamente normales como el primer día en un instituto. Sin embargo, he echado de menos, y por eso no le doy cinco estrellas, una ambientación más siniestra. Estamos hablando de muertos, de fantasmas violentos que se han quedado en nuestro plano y se dedican a matar gente. Eso es siniestro, ¿no? Para mi gusto ha dejado demasiado de lado el miedo, el suspense del más allá, contándolo de forma demasiado natural. Digamos que es como si en la primera temporada de American Horror Story trataran a los fantasmas con sorna e ironía. No soy aficionada a los libros de terror, pero aquí sí que me ha faltado un vuelco en el estómago, y eso que un fantasma parte por la mitad a alguien de noche en una casa abandonada, pero no da miedo. Se limita a la mera adrenalina de estar en peligro.

Ese es el único punto negativo, porque las escenas de acción me han gustado. En alguna he maldecido a la autora por desmayar al protagonista, recurso demasiado manido y del que es experta Cassandra Clare. Pero en general, están bien narradas y plenamente comprensibles, no hay batiburrillos de brazos, piernas y cuchillos.

La trama, ya lo he dicho, es fluida en todas sus páginas. No hay altibajos. La información se va descubriendo poco a poco, a la vez que el protagonista. El esquema que sigue es corriente: problema, se descubre que el problema no era ese, páginas de desconcierto, aparece el problema real, luchan con él pero no pueden vencerlo sin un plan, urden un plan, lucha final. Una distribución de la trama estándar pero lograda.

Los personajes también me han gustado, no es una maravilla en cuanto a originalidad, pero enseguida te haces un esquema mental de cómo son y mantienen la coherencia en todas sus páginas. Algo para mí muy importante y meritorio. Cas se hace demasiado “dejadme, quiero estar solo”, pero luego acepta que necesita ayuda de amigos que hasta ahora no había tenido. Thomas, lamentablemente, es el típico amigo del héroe. La chica, Carmel, se aleja un poco del estereotipo de chica guapa y popular, como secundaria es aceptable. Pero si tengo que elegir a alguien me quedo con el fantasma, con Anna, está descrito a la perfección ese cambio de violenta a niña buena. Las conversaciones que mantiene con Cas no son tan irónicas y reseñables como las pintan por ahí, pero hay que reconocer que la relación que mantiene y que crea con Cas es peculiar, y hasta que no terminas el libro no te das cuenta lo mucho que te ha calado.

¿Lo recomiendo? Sí, lo recomiendo. Me parecería un libro autoconclusivo más que decente. Qué manía tienen las autoras de hacer trilogías y sagas interminables. Con el epílogo Cas deja claras sus intenciones, convertirse en un Orfeo moderno… Yo tengo mis dudas. Aún así lo recomiendo, leedlo antes de que salga la película y Stephenie Meyer, como productora, meta sus garras.

¡Juzga por ti mismo!





1 comentario:

  1. Si lo ha escrito una señora con una tortuga, he de leerlo.

    No, ahora en serio, gracias por la reseña. Es uno de esos típicos libros que leo la sinopsis y no sé si caer. Me lo apunto para este verano.

    ¡Gracias!

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