5 de julio de 2015

Reseña: La chica del león negro, de Alba Quintas Garciandia.


Un libro de fantasía juvenil que se sale algo de la norma y el esquema al que nos tienen acostumbrados.

Yo nunca pierdo la fe en la humanidad y este libro me entró por los ojos —no por la portada, no comparto que sea tan bonita como exageran muchos, solo es un montaje fotográfico, en fin—. Lo vi cortito, la sinopsis no me disgustó, baratillo, autora española y joven. Y no me ha decepcionado, pero me ha sabido a poco. También entiendo que si hubiera cogido este libro con diez años menos, y sin diez años de experiencia lectora, seguramente me hubiese gustado mucho. Pero no es el caso.


La sinopsis no me parece identificativa. De hecho me hizo imaginarme una cosa que luego no es. Confusión. Y es que la protagonista vive en la Tierra, en un mundo moderno, como el nuestro, con instituto y nevera. Yo creía que partía de un mundo fantástico y tarda, demasiado para mi gusto, en ponerte en situación. Eso sí, sobre sus sentimientos, en cuanto aparece sabemos cómo piensa —sí, literatura juvenil—. Así que voy a contaros de qué va para que partáis enterados y podáis disfrutarlo mejor.

Serena vive en la Tierra, con su madre, va a clase, como una chica normal. Está enamoradísima de Pascal, con el que tiene una relación, un chico al que su padre rescató. La fantasía viene por la noche, cuando ella viaja a Némesis, una ciudad, un mundo, como en otra dimensión. Allí busca cómo curar a Pascal, que está… loco. En Némesis gobiernan los delirantes, criaturas poderosas, bien descritas, que se aprovechan de los tratos que hacen con personas desesperadas, ya que si eres artista y pierdes la inspiración puedes acudir a ellos para recuperarla a cambio de que entren en tu mente, y si lo soportas vuelves a escribir, pintar, tocar, etc. Claro, lo normal es no soportarlo y la gente se queda infectada de: locura, cólera, culpa, pánico, euforia (que debe de ser divertido, sería una droga permanente), celos y odio. En un psiquiátrico, vamos.

La idea, el concepto, me encantó, me parece original y tiene su parte de crítica social. O al menos yo lo interpreto así. Porque puedes tener o no inspiración, pero si no trabajas sí que no la vas a tener. El caso es que es un buen discurso para enseñar a los jóvenes que no se rindan y no se vuelvan débiles y hagan tratos con los malos.

Sin embargo me ha parecido flojillo por cómo se desencadenan los acontecimientos, cómo nos presenta los elementos… es lineal. Tiene aspectos novedosos que le dan dinamismo a la historia como los capítulos que la edición acompaña con otro color en sus páginas, de alguien desconocido y que hace cómplice al lector. Eso está muy bien, es un buen recurso. Pero Serena y sus viajes a Némesis… No queda claro en ningún momento cuál es su plan. Hasta que se “cansa” y decide buscar a Alen, que hablaba con su padre. ¿Por qué no lo busca desde un principio? Tengo la sensación de que el resto de viajes es para exponernos ese mundo, no son relevantes para la trama.

El estilo es muy sencillito. Aunque hay momentos que usa alguna que otra palabra culta, estamos ante un libro juvenil escrito con ligereza y mucha simplicidad. Esto lo puedo perdonar porque la autora es joven y está empezando como quien dice. Lo que me cuesta más perdonar es la corrección que le falta al libro. Y gracias a que hay buena materia prima y Alba escribe bien, si no sería un desastre. Yo lo hubiera pulido más. Además hay pasajes en los que salta de un narrador a otro. Al estar en tercera persona te da más libertad, pero también hay que tener cuidado con esto, y en algunos fragmentos hay tramos donde el narrador está desde el punto de vista de Serena para, a la frase siguiente, saltar al de Pascal, por ejemplo. Sin un salto debido con punto y aparte. Faltan sinónimos, se repiten estructuras… Y abusa de los momentos oníricos, de los sueños. Odio ese recurso con toda mi alma.

Lo que más me ha sorprendido y gustado ha sido el desenlace. Ese encuentro con los delirantes y el final nada previsible sobre su… bueno, digamos que se sale un poco de los parámetros a los que nos tienen acostumbrados este tipo de libros. Cierra todos los temas, nos da las respuestas, salvo… Alen. Pero es satisfactorio.

Los personajes son estándares, con algún matiz, pero el peso de la trama recae en lo que ocurre, en las respuestas a las que el lector quiere llegar, los personajes son meros peones. Aun así no son insufribles, Serena, para ser protagonista, es decente, aunque en el final tanto sentimiento me cansa (pero esto es totalmente personal); Pascal está bien definido; de Alen me gustaría haber sabido más… Los personajes están bien tratados.

Las descripciones cumplen su función. Algunas son destacables porque aportan mucha atmósfera. Otras son más simplonas. La autora tampoco abusa de ellas, cosa que agradezco. Y sobre todo a la hora de hablarnos de Némesis, nos permite imaginarnos la ciudad con nitidez, está muy bien expuesta.


A modo de conclusión, es un libro juvenil, así que absteneros los que no estáis acostumbrados a este género. Teniendo eso como base es una historia entretenida, distinta y autoconclusiva, que eso no abunda.


¡Juzga por ti mismo!

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