22 de agosto de 2017

Reseña: El cuento de la criada, de Margaret Atwood.

Con un estilo muy cuidado, Margaret Atwood nos trae un futuro próximo desalentador y horrible.

Tiene que hacerse una serie para que reediten este libro que se ha ganado un hueco entre las distopías clásicas obligatorias. Así que gracias a Hulu y a los que hayan liderado el proyecto televisivo, porque lo he gozado con el libro.

Al haber visto antes la serie el factor sorpresa desaparece —una mierda, desde luego—, pero la estructura y el ritmo de la novela, aun sabiendo qué va a ocurrir, te envuelve y te mece hacia ese final tan climático que me ha sorprendido gratamente.

Para quien le interese la sinopsis de este libro, resumida, la protagonista —narrado en primera persona— es una criada de una familia poderosa. Pero en el universo de Atwood una criada no es la que limpia, es la que tiene que quedarse embarazada y soportar los intentos del señor, del comandante, mientras su esposa le sujeta de las muñecas. Que triángulo más bonito, ¿verdad? Y cómo han llegado a eso. Estados Unidos se ha transformado en una dictadura teocrática. Está en guerra y hay un descenso de natalidad extremo por la contaminación y el estilo de vida hasta el golpe de estado. Pero vamos eso es el marco, del que sabemos poco, las pinceladas que nos da la protagonista con sus recuerdos a modo de flashbacks. La acción se centra en la vida de la protagonista, en cómo es su día a día, y a través de ella conocemos cómo funcionan las cosas en ese nuevo régimen.

El estilo de escritura de Margaret, que no había leído nada de ella hasta ahora, es exquisito. Mezcla a la perfección unos fragmentos más poéticos con otros más coloquiales y cercanos.

Lo verdaderamente interesante del libro es lo que nos plantea. Cómo ha degenerado tanto la sociedad hasta llegar ahí. Cómo es la vida de las mujeres en un sistema extremadamente patriarcal. Los conceptos, vaya. Conceptos que, según algunas críticas de por ahí, no son originales. Cierto. Pero es que justamente eso es lo que da miedo. La autora está puramente inspirada en la Guerra Fría, eso es lo que da miedo y lo vuelve cercano. Saber que ya han pasado cosas parecidas, que como nos descuidemos podemos llegar a ese futuro.

Me ha sorprendido muy gratamente la relación que mantiene con Nick en el libro, y el tratamiento que le da la autora. En un libro que apenas hay diálogos, por las circunstancias de la historia, que apenas hablan los personajes, consigue transmitirte a la perfección esos sentimientos, con matices, meros detalles, muy sutil. Gozo máximo. Y ya comparando con la serie, mucho mejor en el libro, y eso que el medio es más difícil.

En fin, lo recomiendo encarecidamente. Distopía de la buena.

Un punto negativo de la edición: he visto muchas erratas para estar reeditado recientemente, verbos que faltan en alguna frase, palabras que sobran… Un par de ejemplos que me hacen gracia:

«El dinero ha corrido por esta habitación durante años, como si atravesara una caverna subterránea, incrustándose y endureciéndose como las que estalactitas». Sí, sobra el «que».

«Yo solía decir a mis amigos que ella mejor salud que yo…», aquí está claro que falta un verbo, un «tenía» o un «gozaba».

De todas formas, las erratas no afectan a la lectura negativamente. Es mi deformación profesional y, para las palabras que tiene, tampoco se han colado tantas.


¡Juzga por ti mismo!

1 comentario:

  1. Tiene pinta de estar muy interesante y creo que le daré una oportunidad :)
    ¡Saludos!

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