Reseña: Donde los árboles cantan, de Laura Gallego.
Princesas,
caballeros, rebeldes, bárbaros y fantasía. Un cóctel sorprendentemente bueno.
Si habéis leído la sinopsis no os dejéis llevar por ella.
Tampoco si habéis cogido el libro, lo habéis dado la vuelta y habéis leído:
“Doncellas al rescate y caballeros en apuros… una aventura de superación y
amistad”, porque en mi humilde opinión no resume para nada la esencia del
libro, que es llanamente cómo evoluciona un personaje, cómo madura; en este
caso Viana, la protagonista, “la
doncella”.
Como suele pasar con los libros de Laura Gallego, lo más atrayente son los personajes, la historia
pasa a un segundo plano. La historia en este libro es bastante sencilla por no
decir simple. Viana es una noble que tiene su vida ya acordada con su padre, y
ella es feliz por ello. En este caso comienza en la corte, donde reina la
superficialidad hasta que llegan los bárbaros, y con ellos la guerra y la
devastación. La mayoría de los hombres mueren y los bárbaros quieren a las
damas para casarse con ellas y quedarse con sus tierras. No quiero spoilerar, pero si Viana no escapase de
su destino, no habría historia, y a partir de ahí empieza la “rebelión” y las
conjuras para matar al rey bárbaro que es prácticamente invencible.
La parte más novedosa de la historia es la fantasía, que le
da ese toque tan particular de Laura Gallego, tan mágico. Pero como he dicho
antes me quedo sin dudarlo con los personajes que, aun siendo un libro de 470
páginas, evolucionan mucho, tienen un completo avance, no son nada estático. Lo
bueno, además, es que no sólo le ocurre a la protagonista, Viana, sino también
a los secundarios que, como me suele ocurrir, los prefiero a la
protagonista.
Los personajes que nos encontramos son originales dentro de su estereotipo. Si
analizamos a la prota, que es una princesa, una noble, quizá sea la menos
destacable. Obviamente hay que tener en cuenta su evolución, pero estamos
rodeados de heroínas jóvenes mitad valiente, mitad inconscientes. El personaje
que más me ha gustado ha sido Lobo, un noble venido a menos, jefe de la
rebelión y quien se encarga de entrenar a Viana y la acoge como su pupila.
También es digno de mención el amor de Viana: Uri, lo positivo es que no
comparten una historia de amor empalagosa y altamente edulcorada, su romance es
natural e inocente lo que le hace excesivamente puro para mi gusto. Del resto
de secundarios sólo destaco a Airic que comprendo que no haya profundizado
mucho en él, pero no me hubiese importado que fuera algo más que un fiel
escudero de Viana porque le debe la vida.
Naturalmente, siguiendo un estilo identificable propio de la
autora, el libro está muy bien escrito y demuestra una vez más el domino que
tiene del lenguaje. Ya que hay partes menos entretenidas y aun así se leen con
pasmosa facilidad. Si aúnas el lenguaje con la precipitación de los hechos de
la historia, te das cuenta que te has terminado el libro en un suspiro.
Te gustará el libro si te interesan las historias de
princesas y castillos con una vuelta de tuerca. No lo calificaría como el mejor
libro de Laura Gallego pero ha mantenido el nivel que nos tiene acostumbrados,
y eso ya es decir mucho. Si quieres un cuento para entretenerte donde las
princesas no son tan princesas y los bosques están plagados de fantasía, sin
duda léelo; pero si eres más de Juego de Tronos te sabrá a poco.
¡Juzga por ti mismo!
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